Marco Marrero y María Díaz iniciaron su trayectoria en 1990, con la apertura de su primer taller de diseño y confección en Puerto de la Cruz, Tenerife. Desde sus inicios, su estilo propio, su marcado aire vintage y la teatralidad de sus colecciones se han convertido en el sello de la marca, impregnando cada colección de fantasía y romanticismo.